Estos días trabajamos con Batiks, telas originarias de Indonesia, Sri Lanka, Irán y Thailandia.
Es utilizado para colorear tejidos y consiste en aplicar capas de cera sobre las regiones que no se desean teñir (zonas reservadas), fijándose las anilinas en aquellas zonas no reservadas. Este proceso se puede repetir tantas veces como se desee, lo que permite sobreponer colores, logrando con ello una muy rica variedad de matices. La propiedad que tiene la cera de resquebrajarse una vez endurecida, permite que en el posterior teñido se dibujen líneas quebradas o «craqueladas». Este «craquelado» constituye el sello diferenciador de esta técnica de teñido de otras similares como el shibori, por ejemplo, que no se trabaja con cera y sus líneas las debe a amarres o finos pliegues en la tela.
Vamos a ir viendo cómo quedan para cubrir los libros en vez de con las telas lisas que se usan en la encuadernación clásica.
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Mi oficio
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